The happines price

"Si crees que ya eres perfecto, nunca llegarás a serlo."
Será sólo una frase, sin sentido, nada más, pero es cierto. No me disgusta ninguna parte de mi cuerpo, de hecho en ocasiones peco de ególatra; pero nunca me he considerado perfecta, básicamente porque no lo soy. No tengo una cara bonita, o la que en teoría se considera bonita; no tengo una figura de reloj de arena, no sigo el cánon de belleza establecido; no tengo la nariz perfecta, ni mucho menos; sóla trato de ilustrar lo que he dicho. No soy perfecta (aun).
Tengo tiempo de serlo, tampoco me voy a comer la cabeza con superficialidades, porque hay gente para la que si soy perfecta (bueno, casi perfecta); y al fin y al cabo, la perfección está en los ojos del que mira.


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- Eres una llorona.- se burló de mi con esa soberbia tan sensualmente apetitosa suya.
- Y tú eres imbécil... - me entristecí.- ¿No podrías ser agradable por una vez? me duele de veras.
- Eres la más preciosa, perfecta, adorable y hermosa llorona del mundo.- sonrió, volvió a utilizar su sonrisa pícara numero tres, me tomó de la mano, y me ayudó a levantarme .- Roxanne, ¿se te han revuelto las pecas o es cosa mía?
- Y tu sigues siendo igual de imbécil que hace veinte segundos, eres mi guapísimo ángel de ojos verdes imbécil, totalmente imbécil...- refunfuñé, evitando mostrarme vulnerable a su comentario. Y sin quererlo me puse roja.
- ¿Puedo robarte un beso?
- ¿Es necesario preguntarmelo si lo que vas a hacer es robarmelo?
- No es necesario, pero si cortés.
- Pues quizás te lo robe yo a ti...- le amenacé.
- ¿Si?- levantó la ceja.- eso será si no lo hago yo antes... - y me besó, me tiró sobre la nieve y cuando separó sus labios de los mios, me acarició el rostro.- Te quiero.
- Y yo.- respondí. Tras una pausa en la que él se zafó de mis brazos y me colocó de nuevo de pie, se giró.- ¡Eh!- se volvió hacia mi y guardó silencio.- ...MUCHO
-Lo sé.- sonrió.- Llevas una "B" tatuada en el brazo.





"la perfección"

innadiflames.

Cuéntame cómo ha conseguido todo esto con una sonrisa de medio lado, sin querer, queriendo ver cómo las cosas iban demasiado rápido se sorprendió y se quedó totalmente prendado, y sin querer, queriendo que, por una parte, ocurriese, ocurrió, como debía ser; el destino ya había puesto las cartas encima de la mesa, ahora habia que jugarlas bien, con un full no se gana, pero con un poker de ases, ponte como quieras, que es exito asegurado.
- siempre tuya
- siempre? ven para mi cama niña, que tienes pase VIP.




ardo, como si me llevara la vida en ello con cada roce de su piel.

Llego a casa, después del trabajo y paradójicamente nada de lo que había dejado ahí está en su sitio; todo ha cambiado, se ve menos desordenado, más claro, calmado y apacible, será que se me ha pasado la mala racha y por fin soy como soy realmente.
La felicidad es elixir de todo el que quiere alcanzarla, y cada uno a su manera tiene un modo distinto de felicidad, no es ni mejor ni peor el método que se use para alcanzarla, simplemente es diferente;
He perdido el miedo a perderle, al menos en su noventa por ciento, vuelvo a ser feliz, vuelvo a confiar ciegamente; no digo que sea lo mejor, el mejor método fiarme de alguien de este modo tan ciego, ya que la ostia puede ser infinitamente mayor desde casi un año de altura, pero así soy feliz.
He vuelto a sonreír cada día, cada minuto compartido. Cuando estoy feliz, está feliz, le transmito esa sensación, es émpatico al completo.
Pícaro, gracioso y seductor; seré yo, o será el brillo que tiene en los ojos desde hace cuarenta y ocho horas, pero ahora si que todo es p.e.r.f.e.c.t.o.
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- qué, te pones los patines y empezamos? - me ayudó a enfundarme esos patines que no me ponía desde hacía siglos.
- vamos allá! - dije con poco ánimo.
- venga, quítame la bola! - me retó, y se deslizó sin esfuerzo alguno de espaldas, con la mirada fijada en mi.
-Bryan! Eso no vale! ayúdame! No dijiste que me ibas a enseñar a jugar a hockey? - unos pucheritos no hacían daño a nadie. Sonreí timidamente mientras se acercaba a mi.
- Roxy, coje el stik con las dos manos... - me abrazó por la espalda, comencé a notar que el corazón se me aceleraba... - y ahora mueve la bola de un lado a otro... - me susurró; mapartó el pelo de la cara, pegó su rostro a mi cuello e inhaló, el corazón se me aceleró aun más, comencé a tener calor, pero continué haciendo lo que me había dicho.
- Asi? -pregunté
- Lo estás haciendo perfecto preciosa - Me giró ciento ochenta grados hasta que nuestros rostros quedaron el uno frente al otro, me abrazó, volvió a juntar su rostro a mi cuello desnudo, inhaló despacio disfrutando de cada respiración yme tomó del rostro con únicamente dos dedos.- Te quiero bombón.