Te invito a un café. Caliente claro. Y sin azúcar. Sin aliento[...]

lunes, 3 de enero de 2011

mi bendición.



No me pidas que no luche, que no haga nada o que cese en el intento de tenerte, porque no puedo, gracias a esta naturaleza necia que sabe dios por qué tenemos, no me pidas entonces que no sea notablmente más feliz en estos minutos de mi día que son tuyos y sólo tuyos.
A este lado del rompecabezas, esta todo empezando a encajar a la perfección, veo los pasos a seguir poco a poco, para hacerlo como se debe, sin prisa pero sin pausa (una vez más te lo repito); desde tu lado del rompecabezas, al menos tienes la certeza de que pasa por mi cabeza, ya lo sabes, he prescindido de sutilezas, quiero ser clara, concisa, casi casi cristalina...
Y así, ayer durante 28 kilómetros de revisión de datos en el archivo que tenemos en la cabeza, sabiendo a medias la verdad de lo que piensas, me he dado un poco más de cuenta de que es mejor asi, poquito a poquito, que el tránsito de las cosas lleva su propio ritmo.
Se que no será sencillo, que la estructura de tu mente es complicada, pero entre café y café, entre (in)directa e (in)directa , tengo la certeza de que noseporqué es el principio de los buenos tiempos.

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