Te invito a un café. Caliente claro. Y sin azúcar. Sin aliento[...]

sábado, 27 de febrero de 2010


traté de no mirarle a los ojos cuando me dijo "eso", las palabras tabú que no debían salir de su boca, nunca habian salido, al menos no en este contexto; es el "típico" ( por decirlo de alguna madnera) veinteañero que no se enamora jamás, o eso creíamos todos. Y después de apostar veinticinco negra, en la ruleta con todas mis fichas sobre la mesa, pierdo y sale un veinicinco rojo, rojo pasión, aunque ni la mitad de apasionante de lo que soy ahora, desde hace diez meses.
-Te quiero mucho, lo sabes?
- ( guardé silencio, mientras una lágrima recorria mi cara por haberla cagado de esa manera. Bryan era todo lo que yo quería y hoy la habia cagado de verdad.)
- Me has oido, te quiero mucho, lo sabes verdad enana? - me tocó suavemente el pelo, lo acarició. Yo no levanté la vista del suelo de coche, estaba triste, averginzada por mi coducta, no lo entndía.
-Lo se. - no le miré, pero no me hizo falta para saber como me estaba mirando; ahora yo sentía como si en algunos momentos Bryan fuese tremendamente predecible, debía ser cosa de mi nuevo estado.- Yo tambien te quiero mucho Bryan.

1 comentario:

  1. esos momentos son tan sencillos, pero te joden tanto... muy bien expuesto.

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